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domingo, 5 de octubre de 2014

Haiku

Un momento se
repite, pero no es
el mismo hecho



Autoría: Ramiro Galindo Rodríguez

No lo sé

No los sé.
Las duras y sordas esperanzas
se guarecen en el interior,
pero no salen por miedo a fracasar.
Miedo a decepcionar a su portador.

Las oportunidades no son casualidad,
forman parte del cuantioso y ubicuo destino personal.
No lo sé.

No deberías creerte lo mejor,
pues, puedes ser lo peor enfrascado en tu propio mundo de fantasía; y los demás
la parte real de tu vida.

No deberías pensar que todo te puede y te debe pasar a ti, porque, déjame decirte querido amigo,
no eres mas que una mariposa en un pueblo anodino.

No lo sé…

Autoría: Ramiro Galindo Rodríguez

sábado, 4 de octubre de 2014

Tito Salazar

Tito Salazar, el nombre de la música, el apellido del arte, el hombre que hoy se retira, y sin embargo nos deja su presencia. El artista con manos llenas de magia, y de una bendita alegría, esa su esencia, su loca y extravagante ironía.
De diferentes derroteros y con un solo pincel, pitando con sangre y esbozando con sonrisas, va retractándose su vida en la institución “San Vicente Ferrer”.
Son los retratos en las paredes del colegio la imagen de su persona, y es ese dulce sonido demoníaco que resuena en los pasillos, su figura metafísica cuidando lo que más le apasiona.

Licenciado, no te vas ni te retiras,
porque tú eres vicentino,
eres inmortal, fuerte y tenaz,
eres el pintor cantante del destino.

Has impregnado tu huella en acordes,
has colocado tu vida en pinturas,
y siempre con una altiva alegría
diste y darás el mejor espectáculo.


“Aun cuando no existiesen melodías, él sabría crear la más perfecta armonía, porque él es un maestro, un erudito de la estética artística, él es Tito Salazar.”

jueves, 2 de octubre de 2014

miércoles, 1 de octubre de 2014

Ideas retorcidas

De vez en cuando voy divagando en el mundo que llevo dentro, ese lugar que todos tenemos y al cual de algún modo u otro solemos visitar en la soledad.

Soliloquio de ironía el que invade mi razón, mientras ideas retorcidas chocan frecuentemente con el corazón. Nos encontramos con lo absurdo de un espejo, ese momento transitorio en el que admiramos nuestro reflejo, esas premisas sin cordura que marcan la sonrisa tétrica de un artista de lo abstracto.

Ideas retorcidas, volvemos a lo mismo cuando solemos pensar en esa lógica incoherente, y olvidamos que carecemos de sentido. Sumergidos en nuestro propio mundo, imaginamos más de lo que alcanzamos a soñar, y dentro de esa soledad acompañada, se suelen forjar los creativos dueños del arte y el mañana.

Autoría: Richard W. Benavides

martes, 30 de septiembre de 2014

La sonrisa de mi novia

De repente, llega inesperada a los espacios de mi mente el recuerdo de esa mueca sublime, ese gesto de ternura que alega desaparecer con el viento, que acoge mi soledad y la llena de sentimiento.
Así, mientras corre el tiempo, voy explorando los límites del universo en sus labios, en la sonrisa de mi novia, esa seña que derrocha vida a su alrededor, la despreocupada felicidad que hoy es dueña de mi amor.

la llamo de diferentes formas porque no recuerdo su nombre, porque cuando sonríe me da vueltas la cabeza y cuando llora no sé si aún tengo la certeza, porque es de alegría su llanto y de coraje el nudo que lleva en su garganta, y así mientras canta con los ojos, la voy queriendo de a poco, tanto que he de hacer todo por robarle una mirada y volverme loco.

La sonrisa de mi novia, cuantos versos más he de inventar y mendigarle al mundo para ganarme una sonrisa y volverme inmortal.

Autoría: Richard W. Benavides


lunes, 29 de septiembre de 2014

Me perdí un eclipse por ver una estrella

Con la mirada en alto espectando el firmamento, anhelaba ver ese fenómeno único en su especie, un eclipse nublando al mundo entero, una sonrisa de categoría para un caballero.

Pero de repente me entretuve con una de las tantas luces del cielo y el eclipse desapareció, dejó de sonreir en la oscuridad, se fue y la estrella distractora sigue titilando su picardía, mientras que mi vida se pierde en agonía.

"Valoremos a quien nos ofrece un espectáculo único que deja marcada nuestra vida, mas no al efímero momento de una pasión prohibida"

Autoría: Richard W. Benavides