Ella oculta la lógica en un
misterio, es la que finge cordura para ser dueña de un imperio, ella me mira a
los ojos y detiene el tiempo, ella me habla y me deja enmudecido. Es su mirada
la que tiene a mi razón enamorada, es su sonrisa la que me hace volar junto con
la brisa.
Ella es la pintora de una nueva
luna con más color que nunca, es la artista que me sumerge en un mundo de
lápiz, es el firmamento que oscurece para verla brillar, es la noche que
aparece para poderla soñar.
Ella habla sin palabras que
escucho sin que las diga, como susurros y ecos enamorados que me llenan de
vida. La luz de un rayo es tan eterna como un te quiero, porque me pasaría
descomponiendo luces el universo entero.
Ella plasma el cielo en su rostro
al momento que sus labios se limitan a figurar una mueca de alegría, ella me
lleva a vivir en fantasía, con tan solo un beso conozco el universo, ella toma
poder para sumergirme en lo más profundo, me lleva a la ironía de razonar su
querer hasta el punto exacto de llegar a enloquecer.
Autoría: Richard W. Benavides
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