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martes, 30 de septiembre de 2014

La sonrisa de mi novia

De repente, llega inesperada a los espacios de mi mente el recuerdo de esa mueca sublime, ese gesto de ternura que alega desaparecer con el viento, que acoge mi soledad y la llena de sentimiento.
Así, mientras corre el tiempo, voy explorando los límites del universo en sus labios, en la sonrisa de mi novia, esa seña que derrocha vida a su alrededor, la despreocupada felicidad que hoy es dueña de mi amor.

la llamo de diferentes formas porque no recuerdo su nombre, porque cuando sonríe me da vueltas la cabeza y cuando llora no sé si aún tengo la certeza, porque es de alegría su llanto y de coraje el nudo que lleva en su garganta, y así mientras canta con los ojos, la voy queriendo de a poco, tanto que he de hacer todo por robarle una mirada y volverme loco.

La sonrisa de mi novia, cuantos versos más he de inventar y mendigarle al mundo para ganarme una sonrisa y volverme inmortal.

Autoría: Richard W. Benavides


lunes, 29 de septiembre de 2014

Me perdí un eclipse por ver una estrella

Con la mirada en alto espectando el firmamento, anhelaba ver ese fenómeno único en su especie, un eclipse nublando al mundo entero, una sonrisa de categoría para un caballero.

Pero de repente me entretuve con una de las tantas luces del cielo y el eclipse desapareció, dejó de sonreir en la oscuridad, se fue y la estrella distractora sigue titilando su picardía, mientras que mi vida se pierde en agonía.

"Valoremos a quien nos ofrece un espectáculo único que deja marcada nuestra vida, mas no al efímero momento de una pasión prohibida"

Autoría: Richard W. Benavides

Ella

Ella oculta la lógica en un misterio, es la que finge cordura para ser dueña de un imperio, ella me mira a los ojos y detiene el tiempo, ella me habla y me deja enmudecido. Es su mirada la que tiene a mi razón enamorada, es su sonrisa la que me hace volar junto con la brisa.

Ella es la pintora de una nueva luna con más color que nunca, es la artista que me sumerge en un mundo de lápiz, es el firmamento que oscurece para verla brillar, es la noche que aparece para poderla soñar.

Ella habla sin palabras que escucho sin que las diga, como susurros y ecos enamorados que me llenan de vida. La luz de un rayo es tan eterna como un te quiero, porque me pasaría descomponiendo luces el universo entero.

Ella plasma el cielo en su rostro al momento que sus labios se limitan a figurar una mueca de alegría, ella me lleva a vivir en fantasía, con tan solo un beso conozco el universo, ella toma poder para sumergirme en lo más profundo, me lleva a la ironía de razonar su querer hasta el punto exacto de llegar a enloquecer.


Autoría: Richard W. Benavides

domingo, 28 de septiembre de 2014

El puente de las sombras





Ella, destrozada por viejos amores, con miedos, inseguridades y monstruos bajo su cama, se guardaba en un infierno esperando ser rescatada.
Él, con una daga clavada en el pecho, tirado en una trinchera, esperaba ser rescatado.
Esperando se encontraron, aunque sin saberlo estaban cerca, esperando se enamoraron, los dos con un alma terca,

Un puente de miradas,
un cruce de sombras,
de personas inesperadas
de dolores y secretos.

Aunque con temores por volver a ser heridos, ambos cruzaron sus sonrisas, ahora son vencedores que vencidos, aprendieron a querer de verdad,

El puente de las sombras,
Ahora es una plataforma de amor,
El puente de las sombras,
ahora es un espectador.

“Por miedo a volver a ser heridos en el juego del amor, dejamos de jugar, pero si nos armásemos de valor para cruzar un puente de sombras, encontraremos la recompensa que esperamos.”




Autoría: Richard W. Benavides R.

Ansiedad de Enero

Eres la tarde soñolienta de enero.
Las gotas de lluvia acarician tu suave sombra.
El frío es el calor que me transmites
y la penumbra la luz que me dedicas.


Vuelas por otros rumbos mariposa de ensueño,
observas la dulce implosión: llamándote, elogiándote y reclamándote;
observas las raíces del cielo encendiéndose y apagándose.
Observas, te sientes a gusto, si, pero solo observas.


El frenesí de tus ligeros viajes te abruman,
cabalgas perdida en tu medio día de primavera y
eres joven ardilla traviesa, la curiosidad es tu nombre
y sucumbes ante el delirio al verte distante.


Eres la noche invernal de enero.
El viento golpea a tu ventana, pero tu no lo sientes.
Y es esta soledad la atención que me prestas,
y esta incertidumbre la seguridad que prometes.


Autoría: Ramiro Galindo Rodríguez

Derroteros de ignorancia



Caminos diversos son cómplices de una tergiversación de la realidad, vamos derrochando palabras sin sentido en derroteros de ignorancia sin verdad. 
Actuamos como animales siguiendo instintos innatos, percibiendo el miedo de nuestra presa y jugando a ser cazadores baratos.
Descubrimos la sabiduría mientras vamos sumergiéndonos en nuestra torpeza, es hora de entender que ser estúpidos forma parte de nuestra naturaleza.